miércoles, 6 de enero de 2010

DEMOLICIÓN

Pongo un pié en el piso de mi cuarto, un acto desprevenido y un tanto inconsciente, me levanto de mi cama, ya puedo controlar mi equilibrio. Camino hacia el baño, me doy cuenta de que la puerta ha desparecido, imagino que tal vez estoy un poco dormida y trato de encontrarla, no entiendo... Tocan la puerta de mi casa, mi mascota comienza a dar aviso de la nueva presencia, enseguida sale mi madre a medio vestir por el afán que la caracteriza, termina de cubrir su cuerpo, abre... Juanita, mi hermana de cuatro patas nos aturde con su lenguaje, baja las escalas, ella quiere abrir la puerta, pero es mi madre quien lo hace... Mi reacción: entro al baño rápidamente, estoy en pijama y no quiero que me vean. Escucho dialogar a mi madre con los sujetos, hablan de demoler muros, el piso, el balcón. Despues de escucharlo todo, me baño, salgo un tanto apenada porque no tenía nada más con qué cubrirme sino una toalla anaranjada, saludo entre dientes y entro casi corriendo a mi cuarto. Comienzan los molestos ruidos de la demolición, sólo quiero salir de mi casa y pensé: éste es sólo el comienzo, serán veinte días, un mes...

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