Uno, dos tres, cuatro... Voy contando mis pasos a medida que destruyo mis problemas, son como hojas secas en el suelo. Me gusta pisarlas, sentir que soy más grande que ellas, disfrutar del sonido que producen. Luego todo se me olvida... Ya aplasté mis problemas y puedo disfrutar de mi camino.
martes, 4 de agosto de 2009
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
No hay comentarios:
Publicar un comentario